Páginas

martes, 19 de agosto de 2014

Agosto


Las semanas nos pisan los talones,
y nosotros pisamos un mes sin olfatearnos las heridas.

Agosto. 

Agosto sordo que una vez acunaste nuestros sueños devenidos en primavera.
mes con aroma a salmón rosado, 
sabor a vino tinto y recuerdos flamencos. 
Mes de encuentro.

Un español con trazos azulados nos enseñó a darnos la mano,
y así hicimos el amor 
hasta que la psicosis de un toque de piano 
te puso a dudar si fuimos lo que quisimos el uno del otro.

Supiste que el amor es un calor intenso 
que te consume por dentro hasta devorar lo mejor de ti 
y sacarlo afuera de la peor manera, 
desanimado, 
sin un vínculo que conecte tus noches con mis mañanas.

Sos el espacio vacío entre la cena y el desayuno, 
un clonazepan a las 3 de la mañana, 
todos esos discos que no volveré a escuchar 
para no recordar que un día te quise cómo jamas me quise a mi.

Agosto.

Agosto que nunca fuiste chocolate
Mes sin prisa, te apuraste... y nos fuimos sin despedirte,
sin mirarte de frente para decirte la verdad:
Que nunca nos quisimos, que fuimos presos de una condena inventada por la pasión.

El arte de querernos nos queda grande y quedamos con el amor en previa
Hoy el destino se nos ríe a carcajadas.

Si la vida esta hecha de poesía, 
como dice Borges, 
la próxima vez que mires a la luna a los ojos 
seré yo la que te diga que no.